Sistema Inmune: Mitos y Realidades
Nuestro Sistema Inmunológico está conformado por una compleja red de órganos, tejidos y células que se encargan de protegernos contra el embate de virus, bacterias, parásitos y agentes externos.
Un ejemplo de células son los famosos glóbulos blancos o linfocitos que viajan por los vasos linfáticos desde los ganglios y en el torrente sanguíneo al sitio de la inflamación, donde se genera un reconocimiento del agente agresor, es decir, una defensa y se guarda una memoria para prevenir futuras agresiones.
Dentro de la “Nueva Normalidad”, a la que nos estamos enfrentando, necesitamos tomar todas las medidas para mantener a nuestro organismo sano y fuerte; y dentro de estas, lo más importante es mantener nuestras defensas a tope.
No se puede decir que existe alguna fórmula mágica para “subir” las defensas, pero sí sabemos que existen nutrientes que ayudan a que estas células se encuentren más alerta y mejor capacitadas ante los estímulos del medio ambiente.
Lo importante es saber que es posible evitar debilitar el Sistema Inmune más que elevarlo o “fortalecerlo”.
Y para lograrlo es importante aumentar el consumo de alimentos ricos en vitaminas y minerales, disminuir el consumo de fuentes de grasa, azúcar y de alimentos industrializados que inflaman silenciosamente nuestras células.
¿Qué alimentos se recomiendan?
Debemos darle prioridad a consumir alimentos ricos en selenio, zinc, vitaminas C y E, probióticos y ricos en omega 3 porque favorecen la producción de las células de defensa de forma más eficiente. Algunos ejemplos son:
- Selenio: nuez de Brasil, trigo, arroz, yema de huevo, semillas de girasol, pollo.
- Zinc: se encuentra en ostras, camarón, carne de vaca, pollo y de pescado, hígado, germen de trigo, granos integrales, frutos secos. La falta de zinc en el cuerpo te hace más vulnerable a las infecciones ya que es necesario para el mantenimiento de las células intestinales, el crecimiento óseo y la función inmunitaria.
- Vitamina C: naranja, guayaba, mandarina, piña, limón, fresas.
- Vitamina E: semillas de girasol, avellanas, maní, almendras.
- Probióticos: yogur natural y leche fermentada tipo kéfir. Al igual que los alimentos fermentados como el kimchi o kombucha. Su función se centra en el intestino humano y ayudan a potenciar las defensas, siendo grandes aliados frente a la prevención de los resfriados.
- Omega 3: sardina, salmón, atún y linaza.
Todo esto nos ayudará a evitar el desarrollo de algunas enfermedades y a nuestro cuerpo a reaccionar de mejor manera a aquellas que ya se han manifestado.
Recuerda: Las vitaminas C y E son poderosos antioxidantes que defienden tu cuerpo de los radicales libres y NO ESTÁ COMPROBADO AL 100% que evite un resfriado pero sí puede subir las defensas naturales de tu cuerpo.
Tips para Defensas Sanas
Otros hábitos importantes para mantener sanas las defensas y que el organismo esté más fuerte para combatir agentes agresores son:
- No fumar y alejarse del humo, dormir adecuadamente y tratar de controlar el estrés con técnicas de relajación, son hábitos que mantendrán fuerte tu sistema inmune.
- Las defensas también se mantienen fuertes gracias a la Vitamina D, exponerse al sol durante la mañana mínimo 15 minutos diarios te ayuda a que el organismo logre producir suficientes cantidades de esta vitamina.
- El extracto de Equinácea y otras plantas como el ajo negro y la cebolla consumidos constantemente ayudan a mantener fuertes tus defensas, pregunta siempre a tu médico si pueden ser adecuados para ti.
- Es importante mantenernos activos para mantener las defensas saludables, y mejorar nuestra capacidad pulmonar; si estás haciendo trabajo de escritorio, es recomendable hacer estiramientos 10 minutos por cada hora y 30 minutos continuos de alguna actividad cardiovascular durante el día.
En colaboración con la Doctora Julia Salinas Ducker quien es Médico Especialista en Nutrición Clínica. Síguela en Facebook como Dra. Julia Salinas Ducker, en Instagram @antojodiabolico y en Twitter @juliasalinas.